Sin más. Simplemente hemos de mirar la calidad de los ingredientes y, ¡ojo! Usar para cocinar las fabas el agua de remojo de las mismas. De esta forma aseguramos la terneza.
En cuanto al agua diré que yo uso agua del grifo depurada. No es por dármelas de interesante, pero es así. Tengo un aparato de ósmosis y tiro de él. Hasta entonces la hacía con agua del grifo normal. En Asturias el agua tiene una dureza media, así que es un agua perfectamente válida. Sería lógico pensar que en zonas de aguas más duras, las fabas tardasen más tiempo en enternecer por lo que, en estos casos, te aconsejo usar agua mineral. ¡Por si las moscas!
- 300 gr de fabas.
- 250 gr de setas (yo he usado shiitake, pero usa la combinación que quieras).
- 1 cebolla.
- 3 ajos.
- 1 hoja de laural.
- 1 cucharadita de pimentón dulce.
- Unas hebras de azafrán.
- 2 cayenas.
- 150 ml de vino blanco.
- Sal.
- Aceite de oliva virgen.
- 1-2 cucharaditas de polvo de setas deshidratadas (opcional).
- La noche anterior pon las fabas a remojo en abundante agua fría que las cubra. Deberán estar un mínimo de 8 horas para que doblen su volumen.
- Empieza con el sofrito. Pela y pica la cebolla y dos ajos en brunoise. Reserva.
- Pon la olla donde vayas a cocer las fabas a fuego medio y añade un par de cucharadas de aceite de oliva. Echa la cebolla y ajos picados, una pizca de sal y sofríe hasta que la cebolla esté tierna y translúcida.
- Mientras echa las hebras de azafrán en un poco de agua caliente para que vaya desprendiendo el aroma y color (como ves en el vídeo este paso es prescindible, puedes añadirlo a la olla directamente).
- Cuando la cebolla esté pochada añade el pimentón y remueve bien para que no se pegue.
- Incorpora las fabas, el agua de remojo, una hoja de laurel, el agua con el azafrán y las dos cayenas pinchadas en un palillo (para que floten y puedas retirarlas cuando quieras). Pon a fuego fuerte y, cuando hierva, baja la intensidad y deja hacer a fuego suave. Si ves que la temperatura se desmadra y empieza a cocer a borbotones asusta las fabas, es decir, añade un poco de agua fría. NUNCA HAN DE QUEDAR SIN AGUA. En el momento que veas que una mísera faba asoma a la superficie, hay que añadir un poquitín de agua o se pelarán. Del mismo modo NUNCA REMUEVAS CON LA ESPÁTULA. Hay que menear la olla por los asas para que no se rompa. Deja hacer un par de horas hasta que estén tiernas.
- Mientras prepara las setas. Pela y pica el ajo restante en brunoise y las setas del modo que prefieras. Yo hago una especie de juliana con ellas, pero lo dejo a tu elección.
- Echa un cucharada de aceite en una sartén y añade el ajo picado. Cuando haya cogido temperatura incorpora la setas y deja hacer hasta que se reduzca su volumen a la mitad.
- Añade el vino blanco y sube el fuego para que se vaya evaporando el alcohol y el líquido. En este punto retira del fuego y reserva.
- Cuando las fabas estén tiernas, retira el laurel y la cayena e incorpora las setas.
- Dale un meneo a la olla para integrar los sabores y deja que dé un hervor suave. Rectifica de sal, y añade una cucharadita de polvo de setas deshidratadas. Deja hacer un par de minutos más y sirve o reserva hasta el día siguiente.
Notas.
- El polvo de setas lo hago yo en casa. Muelo setas deshidratadas en un molinillo de café y dispongo de él como si de una especia se tratara.
- Como siempre esta es mi versión. Puedes añadir más ingredientes al sofrito, usar la combinación de setas que quieras... ¡modifica a tu antojo!
- Si te has animado a preparar esta u otra receta y quieres compartir tu foto y tus comentarios con el mundo, ponte en contacto conmigo y envíamelo. Me encantaría compartirlo en mis redes.
- Si no sigues una dieta vegana recuerda que tengo a la venta mi curso para aprender a cocinar desde cero. Aquí tienes toda la información y yo te acompañaré en el camino.
- Y si eres aficionado a las video-recetas SUSCRÍBETE a mi canal de Youtube.
Llamadme nostálgica, pero creo a ojos ciegos que nací en la época de la ilusión, del valorar.
Gijón de Pinchos, Gijón de Sidras... ¡Gijón!
Siempre me ha sorprendido que la gente escoja como destino vacacional mi ciudad. ¿Por qué? No es verano ni en verano. Llueve en julio, en ocasiones hace rasca en agosto y en diciembre... ¡qué decir!
Bien, ahora lo comprendo. Ahora que ya me he movido más por la geografía nacional puedo prometer y prometo que Gijón es el mejor sitio para vivir. Sí. Los 40 grados en pleno agosto para quien los quiera. Ya sean 40 grados en seco por el centro de España, que en "mojao" por la costa mediterránea.
¡Pa' quien los quiera!
Pero el quid de la cuestión no es ese. He de admitir que soy una gorda de mente. ¡Ojo! Que no demente, de mente. Me encanta comer pero mi esmirriado cuerpo de niña no parece demostrarlo.
Y eso sí que sí, amigos. Como en Asturias no se come en ningún lado. Tanto de calidad como de cantidad. Y eso hay que dejarlo patente. No nos vale que os vengáis de turisteo 15 días en agosto. No. Nos gusta gritarlo a los cuatro vientos. Que se sepa, que Asturias es lo más en lo que a gastronomía se refiere y Gijón... encabeza la lista.
Ahora los asturianos de otras zonas y los españoles no asturianos pueden tirárseme a la cabeza, pero es mi tierra y la defiendo como quiero.
Uno de mis certámenes favoritos es el de Campeonato de Pinchos de Gijón. También tenemos el Campeonato de Asturias, pero viviendo en Gijón... sobran las explicaciones. Pinchos, pinchos y pinchos, a todas horas, en todos los barrios, sin apenas mover el coche.
Este año son 117 los establecimientos participantes que compiten con su propuesta por la Escalerona de Oro, Plata y Bronce de esta edición.
Muchos son los aspectos que hay que valorar en un pincho. Sabor, presentación, técnica, que sea fácil de comer, que haga un buen maridaje con la propuesta del patrocinador de certamen... en esta ocasión Cruzcampo Gran Reserva.
Tengo que decir que adoro la cerveza. Pero si soy sincera la Cruzcampo no está entre mis favoritas. Sin embargo la Cruzcampo Gran Reserva está realmente buena. Palabra. Eso sí, es potente. Vamos que pega que no veas. Así que si os vais a probar unos cuantos pinchos, compartid cerveza, o acabaréis cantando el Asturias patria querida por la calle. Y no, esta práctica no es tan asturiana como se pinta.
Y ahora vamos a lo que interesa.[gn_note note_color="#ced5b7"]
- ¿Hasta cuándo?
El Campeonato de Pinchos de Gijón se celebra del 11 al 20 de Noviembre.
- ¿Hay pinchos a todas horas?
No. Para saber los horarios en que se sirven pinchos y los días de descanso de los establecimientos os podéis descargar el gastromapa. Ahí se pueden consultar los establecimientos participantes, sus propuestas, los horarios y las localizaciones.
- ¿Cuánto?
El pincho tiene un precio de 2 euros estándar en cada establecimiento. Si acompañamos el pincho con la propuesta seleccionada (Cruzcampo Gran Reserva), podemos disfrutar de un precio promocional que oscila entre los 3'70 y los 4'5 euros, según establecimiento.
- ¿Son contundentes?
Si quieres saber si puedes cenar a base de pinchos, rotundamente sí. Evidentemente los hay de todo tipo, más y menos contundentes, pero sí. Hazte con un gastromapa en el primer sitio que visites y a partir de ahí hazte tu ruta.
- ¿Qué tipo de pinchos hay?
De todo tipo. Más tradicionales, más modernos. Dulces, salados. Con presentaciones de alucinar y con propuestas de toda la vida. El abanico es brutal. Iré mostrando en esta misma entrada los que vaya probando.
- ¿Merece la pena?
Mucho. Tanto si te gusta comer, como si te gusta cocinar. Probarás, aprenderás, disfrutarás y tendrás mucho que contar.[/gn_note]
ALGUNAS DE LAS PROPUESTAS
[gallery link="none" ids="4951,4953,4954,4955,4956,4959,4961,4962,4963,4964,4965,4966,4967,4958,4968,4969,4970,4971,4972,4973,4974,4975,4976,4977,4981,4982,4983,4984,4985,4986,4987,4991,4992"]
Como de costumbre, solo tres palabras CAMPEONATO DE PINCHOS.
¡Nos vemos en los bares!
Puedes obtener mucha más información de gente más seria e informada aquí.
[gn_note note_color="#ced5b7"]
LOS FINALISTAS
[gallery link="none" columns="2" size="medium" ids="4992,4991,4987,4986,4984,4985,4977,4976,4974,4964,4961,4983"]
[/gn_note]
Pasaremos de un falafel espectacular a un falafel buenísimo.
- 300 gramos de garbanzos hidratados.
- 1 cebolla.
- 2 ajos.
- Perejil fresco.
- Cilantro fresco.
- 1 cucharadita de comido molido.
- 1 cucharadita de pimentón.
- 1/2 cucharadita de canela.
- 1 cucharadita de impulsor o levadura química.
- Harina de garbanzo para rebozar.
- 1 yogur natural de soja.
- Zumo de medio limón.
- Cilantro fresco.
- Sal.
- Pimienta.
- 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra (opcional).
- Pon a remojo con las garbanzos el día anterior con abundante agua. Puedes dejarlos 8 horas a remojo o más. Yo los suelo dejar entre 12 y 24 horas. Si lo haces así cambia el agua cada 8 horas.
- Para un falafel exquisito pela los garbanzos. Puedes obviar este paso si no tienes ganas.
- Tritura los garbanzos hasta tener una pasta homogénea y granulada. Reserva en un bol.
- Tritura la cebolla, los ajos, el perejil y el cilantro fresco, con las especias y la sal.
- Mezcla ambas masas hasta que se integren por completo. Cubre con film y reserva en la nevera al menos 30 minutos para que aposenten los sabores.
- Mientras prepara la salsa. Pica el cilantro fresco y mezcla todos los ingredientes de la salsa hasta homogeneizar. Reserva en la nevera.
- Pasados los 30 minutos forma el falafel. Haz bolitas del tamaño de una albóndiga o aplasta para darle forma de hamburguesa y reboza en la harina de garbanzo. Retira el exceso de harina.
- Fríe en aceite de oliva virgen bien caliente hasta que estén dorados. Es importante que el aceite cubra al falafel y que esté bien caliente, para crear una costra externa y que el aceite no penetre. Una vez dorados por fuera puedes bajar un poco el fuego para que se hagan un poquito más por dentro y no se quemen.
- Haz por ambos lados todas las porciones y reserva sobre papel absorbente para retirar el exceso de aceite.
- Sirve el falafel templado con la salsa fría de yogur.
Notas.
- Trituramos los garbanzos por un lado y la cebolla por otro para asegurarnos de que queden bien picados ambos ingredientes, pero puedes triturarlo todo junto.
- Puedes usar otra harina para rebozar, pero ten en cuenta que la harina de garbanzo es apta para celíacos.
- Atrévete a añadir o quitar especias a tu gusto.
- Si no los vas a comer todos puedes congelarlos sin freír. Cuando lo vayas a hacer simplemente fríe directamente como si fuera una croqueta congelada. Pero ten en cuenta que tardarán un poco más en hacerse.
- Si te has animado a preparar esta u otra receta y quieres compartir tu foto y tus comentarios con el mundo, ponte en contacto conmigo y envíamelo. Me encantaría compartirlo en mis redes.
- Si no sigues una dieta vegana recuerda que tengo a la venta mi curso para aprender a cocinar desde cero. Aquí tienes toda la información y yo te acompañaré en el camino.
- Y si eres aficionado a las video-recetas SUSCRÍBETE a mi canal de Youtube.
Social Icons